La tecnología es la gran aliada en este cambio y en ICC Telecom la implementamos desde hace años.
Entre los puntos fuertes se destacan la reducción de costes empresariales, el ahorro en desplazamientos y el aumento de los beneficios personales del trabajador.
Si la tecnología lo permite (que es evidente que si) ¿por qué no lanzarse a teletrabajar?
En ICC Telecom ya hace tiempo que tenemos resuelto ese inconveniente. Todos los trabajadores tienen acceso remoto al servidor central de la empresa vía VPN; la centralita IP está conectada a un servicio de secretarias virtualizado que atienden las llamadas entrantes y las derivan a la extensión deseada. De esa manera la llamada nunca se pierde aunque no haya nadie trabajando físicamente en la sede; por lo tanto la movilidad geográfica puede ser total.
Pero además, en caso de necesitar una multiconferencia o la transmisión de un evento en vivo o una contribución disponemos de soluciones de videollamadas bidireccionales permitirán conectarte en cualquier momento, desde cualquier lugar.
Hoy en día la tecnología no es un impedimento para ello, sería más bien una barrera mental por parte del equipo directivo la que postpone lo que va a ser una revolución en muy poco tiempo. Así que, aunque el teletrabajo se está implantando tímidamente en muchas empresas (sólo un 4,3% de los ocupados trabaja habitualmente desde casa en España, muy por debajo de la media europea, que es del 15%) con el #COVID2019 llamando a la puerta no son pocas la empresas que están impulsando esa medida.
Al igual que la semana laboral de 4 días con 36 horas semanales con el mismo sueldo está resultando una revolución puesto que se reduce el absentismo, se genera una sensación psicológica beneficiosa, una motivación intrínseca para el trabajador que redunda en un aumento de la productividad y, por supuesto, se genera menos contaminación por cuanto hay menos movilidad.